martes, 22 de junio de 2010

PERLAS EGIPTOLÓGICAS PARA ANIMAR LAS VACACIONES

A TODOS LOS AMANTES DE LA EGIPTOLOGIA

Queridos todos.

Estoy desolado, profundamente abatido, hundido en la más ruin de las miserias. Como esto siga así es probable que termine mis infaustos días recluido en una institución mental en la que en noches de lluvia torrencial y viento huracanado pasearé por el lúgubre jardín del psiquiátrico murmurando sin cesar. ¡Que error, Dios mío, que inmenso error!, mientras la lluvia torrencial empapa mi ignorante cabeza. Es que me siento un perfecto inútil en esto de la egiptología. Tantos años de estudio, tantos años de dedicación a una ciencia que consideraba ciencia, solo eso, ciencia, tantas noches sin dormir devorando conocimientos, tantos y tantos viajes a la cuna de la civilización y tantas y tantas cosas dedicadas a esto de los templos, las pirámides y los faraones, siempre con el convencimiento de realizar un trabajo serio, ortodoxo y disciplinado. Y de que me ha servido. ¡De nada, queridos míos!

¡Absolutamente de nada!

N0 temáis, no penséis. ¡ Que puñetas se ha fuamao este!. Tranquilos, nada que no sea mi paquete de Camel habitual. Y es que me he dado cuenta de que todos mis conocimientos sobre el mundo egipcio no sirven de nada, y os voy a contar porqué, eso si las intensas lágrimas, prueba irrefutable de mi más absoluta ignorancia me lo permiten.

¡Olvidemos a los grandes egiptólogos!. ¡Pasemos olímpicamente de los grandes hombres de ciencia!. ¡Quememos nuestros libros sobre egiptología y rociemos con gasolina nuestro ordenador!. Quizás así y solo así podamos expiar nuestra más profunda ignorancia y disfrutar de algo tan científico como la humillante derrota de España ante Suiza-. A partir de ahora, dediquémonos al juego ese de dar patadas a una pelota, pues resulta que algo que he leído confirma mis peores presagios, en esto de la egiptología estamos acabados.

Veréis amados míos, admiradores de faraones y demás.

Maureen Cleemmens. ¡oh! Magnífico egiptólogo. ¡Oh! Gran hombre de reconocido prestigio en el mundo de la egiptología!. Ha publicado las tres teorías sobre la construcción de las pirámides, y como lo dice el son ¡IRREFUTABLES! Es un trabajo tan serio, tan sesudo, adornado con tantos y tantos datos científicos que es imposible rebatirlas. Ahí van para que nos sirvan a todos de escarnio por nuestra ignorancia. Nuestra gran ignorancia

La primera, y no es un paso de sevillanas.

LA LEVITACIÓN

Dice este gran “egiptólogo”. Su santa mamá se siente muy orgullosas de el, que los antiguos egipcios levantaban las enormes piedras por medio de la levitación. ¡Que lástima no haber estado allí para contemplar tan grandioso espectáculo! Imaginar, queridos. Imaginar, a cientos de obreros profundamente dormidos a un metro y medio del suelo mientras las enormes piedras se elevan grácilmente hasta colocarse perfectamente alineadas las unas al lado de las otras. Sencillamente genial! La pena, la enorme pena que me entra es que tal enorme fuente de conocimientos no haya llegado a nuestros días, de haber sido así nada de la “puñetera “ crisis que nos asola hubiera sucedido, bastaría, esto cualquiera lo puede imaginar, con que un albañil gordo y sudoroso, con gorra de Coca Cola y camiseta de Cristiano Ronaldo dijera,

No se me agobie patrón, no pase pena que esto con media horita, todo lo más con tres cuartos de hora de siesta le levanto yo un bloque de trescientas viviendas. ¡Sencillamente apasionante!

SEGUNDA TEORIA

Aún si cabe más científica y erudita que la anterior.

Dice este hombre, este cúmulo de conocimientos y sabiduría que los antiguos egipcios tenían en su poder unas trompetas con un sonido tan agudo que al tocarlas producían una vibración tan fuerte que las piedras se arrancaban solas, solas se cortaban y pulían y por supuesto solas se colocaban en la Gran pirámide. Es algo tan racional y tan lógico, tan lleno de ciencia que este humilde egiptólogo no tiene nada que objetar, bueno algo si. Me da pena pensar en la pobre Bastet, huyendo despavorida, con los ojos saliendo de las orbitas, las orejas tiesas y el lomo erizado como un puercoespín al sentir en sus pobres oídos semejante tono agudo, al tiempo que Sobek baja enloquecido por el Nilo dando doble salto mortal con triple tirabuzón sin duda poseído por un enloquecido frenesí.

TERCERA TEORIA

Y esta queridos míos es la definitiva. La que sin duda destrozará vuestras carreras y os conducirá al igual que a mi a una vida triste, desolada y sin sentido ninguno. Al leerla os ocurrirá lo mismo que a mi, sentiréis que tantos años de conocimientos no han servido para nada!. ¡Absolutamente para nada!

Dice este saco de sabiduría que sencillamente las pirámides no las construyeron ni humanos ni extraterrestres venidos de lejanas galaxias. ¡Nada de eso mis queridos hombres y mujeres de ciencia!

Las pirámides sencillamente germinaron, crecieron y se elevaron de forma natural, igual que un girasol germina crece y se eleva y orienta de forma natural hacía el sol.

Solo me queda levantarme de mi despacho e ir a regar la terraza de mi casa, con un poco de suerte pasa lo mismo y me saco unas perrillas mostrándoles el maravilloso prodigio de una pirámide creciendo a miles de “guiris “ en magníficas excursiones organizadas con sangría y paella incluida.

Para terminar solo me queda proponer a los hombres y mujeres de ciencia inmolación colectiva en pública hoguera delante de la esfinge. Solo así podremos redimirnos de nuestra ignorancia

Besos y abrazos a todos

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